domingo, 5 de julio de 2015

La mujer se abre a conocer a su ritmo ese camino para vivir "apasionadamente".

Que bonito me parece el momento en el que 

la mujer 

embarazada o recién parida

se abre a

 compartir lo que es para ella la crianza! 

Y con que delicadeza necesitan que se 

les muestre el abanico de todo lo que puede elegir hacer! 

Porque una imagen 

natural pero brutalmente desconocida puede ponerle limites defensivos 

si llega antes de que este preparada


Necesita tiempo para interiorizar.

Tiempo para escucharse instintivamente.

Y su bebé necesita tiempo para comunicarle como sería maravilloso que nos

 encontremos, nos sincronicemos, nos fusionemos...

aunque ya esté fuera de ti. 


Hay elecciones que llegan solo cuando el sentir esta a tope!

Y es que últimamente me encuentro con formas 

de entender la promoción de la 

lactancia y la crianza  que me ponen los pelos de punta y más que poner a la  

mujer cerca  invitarla a 

conocer

provocan una huida. 

Hay que entender que si una mujer 

nunca ha tenido en su historia de vida a  otras mujeres con otros modelos de 

crianza (que por el momento están lejos de su plan), y así   

a su ritmo 

poder asimilar las múltiples formas que 

puede adquirir el mundo que elija, 

y lo primero que se le muestra 

es el extremo que está al otro lado antes de iniciar el camino, puede pensar y 

sentir que ese camino 

no lo quiere porque la supera la velocidad y cultura a la que se la invita 

para vivir.


El verdadero acompañamiento parte de la precaución al compartir lo que 

nos gustaría 

"apasionadamente" 

que la mujer descubra sobre qué 

hacen otras  mamás o 

cómo 

nosotras lo hacemos con nuestros hijos.


 Desde el respeto y observación se equilibra el punto que  informa a las 


personas que acompañamos sobre 

para qué está ella preparada hoy  y quien

 ella es ahora

para que cuando se reconozca 

transformándose  hacia su nueva

 realidad, en mucho se parezca a aquello que le da 

seguridad.